HIGIENE PERSONAL

APRENDO A CUIDAR MI HIGIENE PERSONAL

La higiene individual protege e incrementa la salud del individuo. Dada su importancia en el escolar hay que presentarla, no como un deber ingrato o impuesto, sino como fuente de bienestar y vivencias agradables. A este respecto, la "Guía Sanitaria de la Higiene Personal" según la Seguridad Social, nos propone algunos aspectos susceptibles de cuidado personal como pueden ser:

HIGIENE DE LA PIEL Y DEL CABELLO

La piel es la barrera que impide el paso de los gérmenes a nuestro organismo, y a la vez contribuye a la regulación de la temperatura corporal mediante la producción de sudor por las glándulas sudoríparas. Otras glándulas, las sebáceas, producen una materia grasa que impermeabiliza y lubrifica la piel.

Estos productos de secreción, en unión a los restos de descamación de la piel y del polvo y suciedad exterior, llegan a pudrirse, produciendo un olor muy desagradable y, además, son un campo favorable para el desarrollo de gérmenes y aparición de enfermedades.

La ducha diaria con agua y jabón, especialmente en tiempo caluroso, o después de efectuar trabajos duros o en ambientes sucios, elimina todas estas secreciones.

Debe prestarse atención especial a axilas, ingles, alrededor del ano y zona genital, pies y manos.

El cabello debe lavarse con jabón o champú frecuentemente. Los peines, siempre de uso personal, se mantendrán limpios mediante el uso de soluciones detergentes. Si se han detectado parásitos (piojos...) será necesario el uso de lociones y champús específicos.

Piojos

El síntoma fundamental es el picor. Los huevos (liendres) son del tamaño de una cabeza de alfiler, blancos, que se adhieren a los pelos de la cabeza afectando sobre todo a las partes posterior y laterales. No así en el cuerpo, donde sólo van para alimentarse.

Para el caso de piojos de la cabeza se puede probar un método casero: empapar y friccionar la cabeza con vinagre caliente y envolverla con una toalla, dejar actuar durante una hora. Los piojos deben retirarse con un peine de púas estrechas y las liendres, una a una.

Después de la ducha, la piel se secará perfectamente y cada miembro de la casa debe tener su propia toalla.

HIGIENE DE LAS MANOS

Las manos son nuestro principal instrumento de trabajo y se mancharán con muy diversas sustancias, a la vez que son fuente de contaminación de todo lo que toquemos, pues en ellas, sobre todo alrededor de las uñas, se acumulan múltiples gérmenes. Por ello es necesario que las lavemos frecuentemente con agua y jabón, utilizando el cepillo para la limpieza de las uñas, y siempre antes de comer y después de ir al aseo.

Las uñas han de recortarse regularmente para evitar la acumulación de suciedad, de forma curva las de las manos y recta las de los pies. Los manipuladores de alimentos cuidarán especialmente estas medidas de higiene corporal, pues si no pueden transmitir diversas enfermedades. No dejarán sin tratar las heridas o grietas localizadas en los dedos.


Recuerda que debes lavarte las manos después del aseo, cuando vuelvas del patio y antes de comer.

HIGIENE DE LOS PIES

Los pies deben lavarse diariamente, pues en ellos abundan las glándulas del sudor y la acumulación de secreciones producirá olores muy desagradables, además de grietas e infecciones.

En caso de sudoración excesiva, se aplicarán preparados específicos que la disminuyen, y se mantendrán secos para evitar el crecimiento de hongos.

OTROS CUIDADOS DE LA PIEL

La piel debe protegerse de una excesiva exposición al sol, utilizando ropa adecuada al clima y tipo de trabajo.

También debe evitarse la humedad, ya que se macera y pierde su capacidad de barrera frente a las infecciones. Se secará cuidadosamente y se cambiará la ropa con frecuencia, especialmente la interior, a fin de mantenerla siempre limpia y seca.

El roce continuo de la piel con la ropa de agua, calzado, etc., producirá fácilmente rozaduras e infecciones, por lo que ha de evitarse; se mantendrán siempre limpios estos elementos de protección.

Las manos precisan una protección específica mediante el uso de guantes, que deberán estar adaptados al tipo de tarea que se esté efectuando.

HIGIENE DE LA BOCA

La utilización de un cepillo dental para la limpieza después de todas las comidas es un factor imprescindible para prevenir la aparición de infecciones en encías y caries. Los alimentos y bebidas dejan residuos entre los dientes que, al fermentar, favorecen la aparición de estos procesos.

El cepillo de dientes es de uso exclusivamente personal y debe sustituirse con regularidad, aproximadamente cada tres meses.

Si se utilizan prótesis dentales, deben mantenerse perfectamente limpias, de lo contrario los dientes naturales restantes pueden cariarse fácilmente y las dentaduras artificiales completas se lavarán cuidadosamente después de cada comida para evitar infecciones y mal olor.

Para aprender a cepillarte los dientes correctamente pincha aquí.

HIGIENE DE LOS OJOS

Podemos destacar tres aspectos:
  • Los defectos de refracción (miopía, hipermetropía, astigmatismo) deben ser tratados y corregidos adecuadamente.  
  • Proteja los ojos frente a agentes físicos, químicos o mecánicos, mediante el uso de gafas o pantallas protectoras adecuadas al riesgo concreto. Utilice gafas de sol en ambientes luminosos intensos. 
  • Las infecciones oculares, principalmente las conjuntivitis, son muy contagiosas, por lo que han de tratarse de inmediato, y todos los objetos que estén en contacto con los ojos serán de uso personal (toallas, pañuelos...). 
Quien utilice gafas correctoras debe llevar un par de repuesto, en previsión de posibles roturas.

HIGIENE DEL OÍDO

Las orejas deben limpiarse diariamente para eliminar sus secreciones, pero evitando la introducción de palillos, bastoncillos de algodón, etc., en el conducto auditivo, ya que esto facilita la formación de tapones de cera y puede dañar fácilmente el conducto, e incluso perforar el tímpano.

Los trabajadores expuestos a niveles de ruido elevados (mayor a 85 dB.) deben usar protectores auditivos para evitar la sordera profesional. Pueden utilizar tapones o cascos.

Los tapones aseguran una protección adecuada, siempre que se coloquen correctamente. Pueden ser moldeables (de espuma) o semirrígidos (de caucho), y es aconsejable tener las manos limpias para su colocación. Son de uso exclusivamente personal y deben ser sustituidos o lavados periódicamente, según el tipo.

Los cascos, más fáciles de colocar, tienen el inconveniente de ser peor tolerados durante períodos largos. Han de mantenerse perfectamente limpios y secos.

HIGIENE DE LA NARIZ

La nariz interviene en la respiración, acondicionando el aire para que llegue a los pulmones con la temperatura y humedad adecuadas y libre de partículas extrañas. Para ello es necesaria la producción de moco que sirva como lubrificante y filtro para el aire. Su limpieza consiste en eliminar el exceso de moco con frecuencia, varias veces al día, y con él, las partículas y microorganismos filtrados. La higiene de la nariz facilita la respiración.

HIGIENE DEL VESTIDO Y CALZADO

La ropa que se utilice deberá ser cómoda no demasiado estrecha para evitar que produzca compresiones y dificultad en los movimientos normales del cuerpo.

La limpieza de la misma, y especialmente de la ropa interior, es muy importante. Esta última será preferiblemente de fibras naturales (algodón), que facilita la transpiración y dificulta la aparición de alergias.

El calzado debe ser cómodo y flexible, permitiendo la variación de volumen del pie a lo largo del día y la transpiración del mismo. Además, debe adecuarse al clima y tipo de trabajo, pues en muchos casos se precisará un calzado especial de protección. Se mantendrá limpio y seco, utilizando si es preciso polvos desodorantes o contra los hongos.

Para aprender jugando sobre la higiene personal haz clic en la imagen:



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