Si quieres llevar una vida activa y saludable evitando problemas de sobrepeso, haz clic en la imagen para acceder a las recomendaciones del programa de televisón "El Estirón". Y recuerda ponerlos en marcha en la medida que sea posible.
CONCIENCIAR hoy para PREVENIR mañana la aparición de posibles trastornos. Este es el fin de la ENSEÑANZA de los ESTILOS de VIDA SALUDABLES.
sábado, 8 de junio de 2013
viernes, 31 de mayo de 2013
L@S NIÑ@S "MAL COMEDORES" TIENEN UN NIVEL DE ATENCIÓN MÁS BAJO
Los niños de 4 y 6 años que no comen bien, también llamados "mal comedores", tienen un nivel de atención más bajo que los que comen de forma saludable, según ha mostrado un estudio realizado con la colaboración de Abbott y publicado en 'The Open Nutrition Journal', tras analizar a 1.101 niños de tres a seis años de siete colegios de Madrid.
La investigación ha mostrado, además, que más de la mitad de los niños de cinco y seis años que no comen bien alcanzaron los niveles de atención más bajos. Un hecho que, según los expertos, necesita intervención psicológica.
"La evidencia científica vincula la malnutrición a un déficit del desarrollo cognitivo. Incluso en niños de países desarrollados existe una relación entre los malos hábitos alimentarios y un rendimiento escolar pobre", ha comentado el coordinador del estudio y jefe de la unidad de Gastroenterología y Nutrición Infantil del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, Luis Ros.
Por tanto, el objetivo de este estudio ha sido determinar si existían diferencias entre los niños 'mal comedores' y los que comían de manera saludable en cuanto a su atención, los niveles de irritabilidad de las familias y la ingesta nutricional de los niños.
Para ello, los niños fueron clasificados en dos grupos: los considerados 'mal comedores' y los que comían de manera saludable. Los primeros fueron definidos como aquellos que ingerían menos de un 65 por ciento de las cantidades diarias recomendadas de entre 4 y 6 grupos de alimentos. Los grupos eran carnes (que incluye huevos y pescado), verduras, frutas, lácteos, carbohidratos y legumbres.
En este sentido, una de las principales conclusiones ha sido que no existen diferencias significativas en cuanto al nivel de atención de los dos grupos de niños, los 'mal comedores' y los que comen de manera saludable, salvo en los grupos de más edad, lo que representa el 70 por ciento de la muestra (788 niños).
De hecho, entre los 4 y los 6 años de edad se aprecia una tendencia a que un mayor número de niños que no comen bien haya puntuado más bajo en los niveles de atención establecidos. Esta tendencia se ha visto aumentada en más de un 50 por ciento en el grupo de niños 'mal comedores' de entre 5 y 6 años.
Los niños que han puntuado más bajo en estos niveles de atención habían ingerido cantidades significativamente más bajas de alimentos del grupo de los lácteos y del grupo del pescado, la carne y los huevos que los niños que han puntuado más alto en los niveles de atención.
"La puntuación más baja en los niveles de atención en el grupo de más edad podría deberse al efecto acumulativo de los malos hábitos alimenticios y a los déficits nutricionales derivados de ellos, lo que deberá investigarse en profundidad", ha recalcado Ros.
Diferencias en los hábitos alimenticios
El estudio ofrece además información sobre las diferencias entre los hábitos alimenticios de los niños 'mal comedores' y los de los niños que comen de manera saludable.
Los primeros son, según los expertos, quisquillosos con la comida, no disfrutan probando nuevos alimentos, y es probable que los rechacen y que decidan que no les gustan sin haberlos probado siquiera; prefieren beber a comer; y se sienten llenos rápidamente. En este sentido, los especialistas han avisado de que los malos hábitos alimenticios pueden traer consecuencias tanto a corto como a largo plazo.
En concreto, a corto plazo pueden producirse deficiencias nutricionales, como niveles bajos de energía y proteínas o micronutrientes; ingesta de frutas, verduras y carnes inferiores a las recomendadas; o menos vitaminas y minerales de los recomendados.
Además puede producirse un menor crecimiento, dado que algunas investigaciones demuestran que los niños "mal comedores" tienen una estatura más baja y un menor peso corporal.
Asimismo, una "posible" consecuencia a largo plazo de la conducta 'mal comedora' es un menor rendimiento cognitivo como, por ejemplo, dificultades para realizar pruebas que requieran atención, dificultades de memoria, percepción visual, comprensión verbal y otros importantes procesos cognitivos.
Por último, el estudio ha mostrado que existe una estrecha relación entre los malos hábitos alimentarios de los niños y el estrés de la familia a la hora de las comidas. Y es que, unos niveles altos de irritabilidad en los padres pueden tener consecuencias negativas a largo plazo en el comportamiento de los niños ya que podrían empeorar sus hábitos alimentarios en el futuro.
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USO CORRECTO DE LA MOCHILA ESCOLAR
Para transportar correctamente la mochila, se aconseja que esta vaya colgada de sus dos asas sobre ambos hombros en la parte alta de la espalda y por encima de la cintura. Nunca descansando sobre los glúteos. Hay que destacar que la mochila tipo "carrito" tiene un peso adicional aproximado de 1,5 kg y que la bandolera sólo se utilizará con poco peso y cruzada, nunca descansando peso y tirante sobre el mismo lado o hemisferio corporal. Además la mochila deberá ir bien ordenada colocando los libros y cuadernos más grandes y pesados junto a la espalda y los más pequeños y ligeros más alejados de esta. Así, acercaremos el peso a nuestro centro de gravedad y facilitaremos su transporte.
Es fundamental distinguir entre las modas pasajeras que nada favorecen nuestra salud postural y los buenos hábitos que perduran en el tiempo y además nos benefician.
En nuestro cole trabajamos el USO CORRECTO DE LAS MOCHILAS explicando estas normas, comprobando su peso y escenificando con el propio alumnado para que ell@s mism@s comprueben los efectos y aprendan a cuidar su espalda.
Para ver la secuencia completa, pincha en la foto.
DUERME AL MENOS 10 HORAS PARA LEVANTARTE CON HAMBRE Y DESAYUNAR BIEN
Más de la mitad de los niños entre 6 y 12 años se levantan con sueño porque se acuestan entre 1 y 2 horas más tarde de lo que deberían.
En estas edades lo aconsejable es que descansen al menos 10 horas. Si el niño no duerme lo suficiente es muy probable que tampoco desayune bien.
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COMIENZA EL DÍA CON UN BUEN DESAYUNO
El desayuno es una de las tomas del día más importante y debería cubrir, al menos, el 25% de las necesidades nutritivas del escolar. El aporte energético del desayuno es de gran importancia, ya que permitirá lograr un adecuado rendimiento tanto físico como intelectual, en las tareas escolares y en el trabajo diario.
El desayuno admite una oferta de alimentos variada, pero para que tenga las mejores cualidades nutricionales debe incluir: un lácteo (un vaso de leche, un yogur, queso de cualquier modalidad); un cereal (preferiblemente pan, pero también copos de cereales, galletas, magdalenas, bizcochos,…); una grasa de complemento (preferentemente aceite de oliva, pero sin denostar la mantequilla, margarina…); una fruta o su zumo (cualquier variedad en estación y zumos naturales diversos); mermeladas, miel y, en ocasiones, jamón u otro tipo de fiambre.
COMER EN PLATOS MÁS PEQUEÑOS, CLAVE PARA DISMINUIR EL SOBREPESO DE L@S NIÑ@S
Investigadores de la Universidad de Temple en Philadelphia, Estados Unidos, han comprobado en un estudio que la disminución del tamaño de los platos que usan los niños para comer puede ayudar a combatir el creciente sobrepeso que afecta a los menores desde edades cada vez más tempranas.
Otra medida efectiva para combatir el exceso de grasa, según ha constatado otro estudio, puede ser comer menos pero con más frecuencia a lo largo del día.
"Se trata de medidas que los padres pueden poner en práctica e incorporarlas a su vida sin mucho esfuerzo", ha reconocido Jennifer Fisher, una de las autoras del estudio, que publica en su último número la revista 'Pediatrics'.
En el estudio, Fisher y su equipo siguieron a 42 niños de Primaria que, durante ocho días, se les ofreció la oportunidad de servirse su almuerzo. En los primeros cuatro días se les dio una vajilla de tamaño infantil y, en los cuatro días siguientes, pasaron a utilizar platos y cuencos de adulto, que eran el doble de grandes.
De este modo vieron que, mientras que en la primera parte del estudio consumían una media de entre 300 y 500 calorías de pasta o pollo diarias, los niños comían una media de 90 calorías más de comida. Además, los que terminaron con lo que había en sus platos tendían a comer más. "No es que sólo por tener una vajilla grande en casa tu hijo vaya a comer más", explica esta experta, que reconoce que depende de quien sirva la comida y de la cantidad que eche al plato. "Pero cuanta más comida haya, más se comerá", añade.
Por otro lado, una revisión de estudios llevada a cabo por investigadores de la Universidad de Harokopio en Atenas, Grecia, ha analizado la frecuencia diaria del consumo de alimentos de 19.000 niños y adolescentes para ver si puede condicionar su peso.
De este modo, observaron que los jóvenes que comían más a menudo --por lo general, entre cuatro o cinco veces al día-- eran más propensos a tener sobrepeso u obesidad. Sin embargo, en el caso de los niños sucede lo contrario. Los investigadores reconocen que sus hallazgos no prueban que un niño vaya a perder peso comiendo más a menudo. Sin embargo, las escuelas, por ejemplo, si podrían adoptar este criterio a la hora de gestionar el tiempo para comer de sus alumnos.
"En lugar de proporcionar tres comidas grandes al día, sería mejor (para los padres) que sus niños comieran comidas más pequeñas durante todo el día", explicó a Reuters Mary Yannakoulia, coautora del estudio.
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MÁS DE UN TERCIO DE LOS ESCOLARES LLEVA UNA VIDA SEDENTARIA
La obesidad infantil se ha convertido en un problema cada vez mayor. Las causas son, fundamentalmente, dos: la falta de una alimentación adecuada y la escasa práctica deportiva. En este punto, los datos siguen siendo alarmantes.
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Para evitar que esta sea tu evolución, ¡¡MUÉVETE!!
jueves, 30 de mayo de 2013
INCLUIR CEREALES EN EL DESAYUNO AYUDA A REDUCIR EL ÍNDICE DE MASA CORPORAL
Investigaciones previas ya habían relacionado la importancia del desayuno con el mantenimiento de un buen índice de masa corporal (IMC). Ahora, un estudio publicado en el último número de la revista americana 'Journal of de Academy Nutrition and Dietetics' desvela introducir el consumo regular de cereales puede ayudar a combatir la obesidad infantil.
Un estudio, publicado en el último número de la revista americana 'Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics', señala que el consumo regular de cereales durante el desayuno puede ayudar a combatir la obesidad infantil, tras constatarse una relación con un menor índice de masa corporal (IMC).
Investigaciones previas ya habían relacionado la importancia del desayuno con el mantenimiento en el tiempo de un buen índice de masa corporal, pero este nuevo estudio, elaborado por la publicación regional 'Dairy MAX', de Texas, se centró en el papel concreto de los cereales en el peso y la alimentación de los niños, sobre todo en quienes tienen bajos ingresos.
Para ello, se hizo un seguimiento a 625 niños de San Antonio desde el cuarto al sexto curso, a quienes cada año se les pidió que recordaran lo que habían comido los tres días anteriores y se les calculó su IMC, medida de peso en relación con la altura.
Como estudiantes de cuarto grado, el 64 por ciento de los niños dijo que había desayunado todos los días, en comparación con el 42 por ciento cuando pasaron a sexto curso.
Con datos de tres días al año durante tres años consecutivos, los investigadores contaban con nueve días para analizar el desayuno de cada niño. De este modo, se observó que los niños que comen cereal 4 de los 9 días tendían a estar en el percentil 95 del IMC, que se considera sobrepeso, en comparación con los niños que comían cereales los nueve días, cuyas medidas estaban en el percentil 65, en el rango de peso saludable.
Además, el 32 por ciento de los estudiantes de cuarto grado no se comían todo su desayuno y el 25 por ciento comían otros alimentos además de los cereales. En estos casos, huevos revueltos, pan de molde, salchichas o tortillas eran los alimentos más frecuentes.
El estudio también sirvió para constatar que los niños que comían más cereales tenían más vitamina D, B-3, B-12, riboflavina, calcio, hierro, zinc y potasio en su dieta. Asimismo, también tuvieron más calorías, grasa, fibra y azúcar.
Una de las autoras del estudio, Lana Frantzen, ha reconocido que el cereal "es una opción excelente para el desayuno, muy sencilla de hacer, y aporta los nutrientes esenciales que necesitan los niños". de cereales puede ayudar a combatir la obesidad infantil.
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LAS CLAVES PARA CONSEGUIR QUE NUESTR@S HIJ@S DESAYUNEN
El desayuno es la comida más importante del día, por eso, en el último programa de El Estirón nos centramos en encontrar las claves para conseguir que los pequeños de la casa adquieran el hábito de desayunar. Dormir bien y tomarse el tiempo suficiente para sentarse a hacer la primera comida del día son algunas de las pautas para conseguirlo.
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SANIDAD PONE EN MARCHA SU OBSERVATORIO DE LA NUTRICIÓN Y EL ESTUDIO DE LA OBESIDAD
El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha publicado una resolución en el BOE (Boletín Oficial del Estado) por la que se crea el Observatorio de la Nutrición y el Estudio de la Obesidad, órgano que presidirá el prestigioso cardiólogo Valentín Fuster y tendrá como objetivo principal analizar la situación nutricional de la población y combatir la obesidad en España.
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